El dueño del centro de rehabilitación “Cristo es Amor”, Edgar García Albornoz, permanece en la sede de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), en la avenida España, hasta donde llegó ayer para responder por el incendio producido en su local, el cual dejó 27 internos muertos.
Junto a él, se encuentra Julio Matías Torres, quien era el encargado de administrar las llaves de las habitaciones donde permanecían hacinados los pacientes, la mayoría por adicción a las drogas, informó RPP Noticias.
Fuentes policiales señalan que García Albornoz no cuenta con una denuncia penal por lo que al término de sus declaraciones saldría en libertad.
Sin embargo, varios familiares de los fallecidos lo señalan como el principal responsable del trágico accidente.