Enfermedad renal crónica
Enfermedad renal crónica

La consulta médica en nefrología por enfermedad renal crónica (ERC) o pérdida de la función del riñón se incrementaron en 10% luego de la pandemia del COVID -19 debdo a la progresión de la enfermedad por falta de control renal óptimo.

Como se recuerda estas consultas llegan de quienes ya tenían algún grado de daño renal, dijo Martín Gómez Luján, presidente de la Sociedad Peruana de Nefrología.

Agregó que “al inicio de la pandemia la consulta externa disminuyó en 32% y tras pasar más de dos años ha aumentado en 10% notándose que en los pacientes que todavía no estaban en diálisis, durante estos años sin un control óptimo, la enfermedad ha progresado y por eso hay un aumento en la consulta externa de los servicios de nefrología”.

Debido al avance silencioso de la enfermedad renal crónica, la mayoría de las personas llega a la evaluación médica en la etapa avanzada, es decir, cuando hay pérdida de la función renal o ya para iniciar tratamiento de diálisis.

Es en la etapa avanzada del daño renal cuando hay la presencia de síntomas como: hinchazón de los pies y tobillos, presión arterial alta, calambres, espasmos musculares, pérdida del apetito, aumento o disminución del volumen de orina, náuseas, vómitos, fatiga, debilidad, espuma en la orina, entre otros.

El especialista en nefrología informó también que en el país la principal causa de mortalidad por enfermedad renal crónica es la enfermedad cardiovascular siendo esta de 19.2 por cada 100 mil habitantes, cifra que durante la pandemia casi se duplicó.

Asimismo, destacó que, si bien no hay síntomas de daño renal en la etapa inicial, sin embargo, es posible detectarlo tempranamente mediante un simple análisis de sangre. Por ello, exhortó a las personas con antecedentes de familiares en diálisis, diabetes o hipertensión arterial hacerse anualmente una evaluación renal para prevenir y/o tener diagnóstico temprano ya que tienen alto riesgo de presentar ERC.

“Cuando la enfermedad renal se diagnostica tempranamente es posible retardar su progresión mediante tratamiento médico para evitar llegar a requerir diálisis o trasplante de riñón”, sostuvo Gómez Luján.

Finalmente, las personas con alto riesgo de presentar daño renal son aquellas que tienen factores de riesgo como: enfermedad cardiovascular, diabetes, hipertensión arterial, hábito de fumar, obesidad, antecedentes de familiares con ERC; edad avanzada y uso frecuentes de medicamentos que dañan los riñones.

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