Lactancia materna (Minsa)

Hay demasiados mitos en torno a la lactancia materna, pero una verdad universal e indiscutible es que la leche materna contiene los nutrientes necesarios para el óptimo desarrollo del bebé.

Desde que una mujer informa a sus amigas y familiares que está embarazada –especialmente las primerizas- son muchos los «consejos» que recibe, sobre todo de lactancia materna.

Sin embargo, se debe aclarar que no todas las recomendaciones son acertadas y más bien causan confusión y temor en la futura mamá. Por ello, especialistas del Ministerio de Salud (Minsa), destierran los 12 mitos más populares que existen sobre la lactancia materna. 

“Toda mamá y su familia deben recibir información veraz y oportuna para que ella y su bebé disfruten de una lactancia exitosa y feliz. Se debe propiciar el contacto piel a piel entre ella y el recién nacido desde la primera hora de vida”, subrayó la Dra. Julia Sánchez Bermúdez, médico pediatra, especialista en lactancia materna, del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) del Minsa.

El personal de salud –prosiguió– tiene la responsabilidad de informar sobre los beneficios de la lactancia materna a la gestante e involucrar la participación de la pareja y la familia, así como romper los mitos más frecuentes en torno a esa actividad tan sublime.

12 mitos más populares

  1. “No tengo leche, no puedo dar de lactar a mi bebé”. Todas las mujeres tienen la capacidad de producir leche. La cantidad de leche aumentará conforme más veces el bebé succione. ¡Es el mejor estímulo! La primera leche se llama calostro y es muy importante porque contiene sustancias inmunológicas o defensas para el recién nacido.

 

  1. “Mi leche es aguada y no alimenta a mi bebé”. La leche materna contiene todos los nutrientes necesarios para el óptimo crecimiento y desarrollo según la edad del bebé, principalmente ácidos grasos esenciales para el cerebro y la visión. Conforme sigue lactando, la leche se hace más densa y grasosa. 

 

  1. “Es bueno dar de lactar en un horario establecido, así disciplinamos al bebé”. La lactancia materna debe darse cada vez que el bebé desee, así aumentará la producción de la leche. No requiere horarios predeterminados.  
     
  2. “Mi leche le cae mal a mi bebé, o mi leche es mala”. La leche materna es el alimento natural por excelencia y es específico para nuestra especie. Su composición varía de acuerdo a los requerimientos del bebé, según su crecimiento y desarrollo. Favorece una óptima digestión y absorción de nutrientes.

 

  1. “Mis pechos son pequeños, por eso no podré dar de mamar”. El tamaño de los pechos, no tiene relación con la capacidad de producir leche. La cantidad depende de la succión del bebé, mientras más lo haga, más leche producirá.

 

  1. “Ya no tengo leche porque le estoy dando seguido, por eso mejor distancio las lactadas, así tendré más leche”. Esta creencia disminuye la producción de la leche, debido a que el estímulo es menor. La leche materna contiene un factor inhibidor de la producción, que actúa como regulador, si el pecho no se vacía, este componente impide que se aumente la producción de leche.

 

  1. “Mi leche ya no lo alimenta, después de los primeros meses ya no sirve darle el pecho” La leche materna debe ser el único alimento para el bebé durante los primeros seis meses. En adelante, incorpore alimentos adecuados según su edad y continúe dando de lactar. Esta práctica estimuladora lo protege de enfermedades infecciosas, fortalece su capacidad de aprendizaje y contribuye a su desarrollo afectivo. Puede lactar hasta los dos años o más.

 

  1. “Mi bebé llora mucho, es porque mi leche no es suficiente, por eso le doy biberón”. La mayoría de mamás asocian el llanto al hambre, pero no siempre es así. Evite darle biberón, pues al acostumbrarse, el bebé ya no querrá prenderse al pecho. Es recomendable mantener la lactancia materna.

 

  1. “Estoy con gripe, no le debo dar de lactar”. La gripe es un proceso respiratorio viral que se transmite a través de los estornudos o de la tos. Ante ello, colócate una mascarilla, lávate las manos con agua y jabón y continúa dando de lactar. La leche materna le brindará al bebé mayores defensas y evitará que se enferme.

 

  1. “Como estoy tomando medicamentos, mi leche se cortó”. La mayoría de medicamentos no interfieren con la producción de la leche, pero se debe tener en cuenta que mínimas cantidades de sus componentes se transfieren a través de la leche materna. Si el médico le receta un medicamento y usted está dando de lactar, infórmele para que reciba orientación sobre cómo no interferir la lactancia.

 

  1. “Mi leche estará fría porque tomo bebidas heladas. Le hará daño a mi bebé, así que no lo pondré al pecho, sino hasta más tarde”. El tomar bebidas heladas o comer helados no altera la temperatura de la leche materna, ésta siempre tendrá la temperatura ideal para que el bebé la tome.

 

  1. “Mi hijo no come porque le estoy dando pecho”. La lactancia materna no interfiere con la alimentación sólida del bebé. Es importante que el niño se alimente exclusivamente con leche materna hasta el sexto mes, en adelante, se recomienda que acompañe la alimentación complementaria hasta los 24 meses, para asegurar un óptimo crecimiento y desarrollo.
     
 
“Las madres no deben temer dar de lactar a sus bebés, sino por el contrario, aprender a disfrutar ese contacto para que sea una experiencia única y placentera”, Dra. Julia Sánchez Bermúdez, médico pediatra, especialista en lactancia materna.

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