Como era de esperarse, no hubo amor real en el matrimonio entre Satomi Kataoka y el ex presidente Alberto Fujimori sino sólo un interés por utilizar la influencia de la empresaria japonesa para evitar, a toda costa, la extradición al Perú del enjuiciado ex Mandatario.
Como era de esperarse, no hubo amor real en el matrimonio entre Satomi Kataoka y el ex presidente Alberto Fujimori sino sólo un interés por utilizar la influencia de la empresaria japonesa para evitar, a toda costa, la extradición al Perú del enjuiciado ex Mandatario.
En declaraciones a la agencia AP y publicadas ayer por la revista Somos, Kataoka admitió que el matrimonio con el ex jefe de Estado fue “para ayudarlo” y "ejercer presión" sobre el Gobierno japonés, a fin de darle más protección.
“Mi relación con Fujimori es más como la de un padre y una hija. (…) El matrimonio tuvo lugar para ayudarlo”, fue lo que señaló, según un cable informativo.
Para el fujimorista Carlos Raffo las expresiones publicadas fueron manipuladas aunque se amparó en que el matrimonio pudo ser frío por la diferencia de idiosincracias.
"No es la primera vez que la señora Kataoka dice que se casó para ayudar a Fujimori; lo hizo cuando vino a Perú. Hay que entender que la relación matrimonial en Japón es muy diferente a la de Occidente; esto no es más que una anécdota", dijo.
Sin embargo lo cierto es que nunca se ha visto públicamente un gesto de amor o cariño entre los esposos, sino sólo un apoyo político y una estrategia que pretendía impedir a toda costa la extradición.
No olvidemos quie Kataoka apoyó la postulación de Fujimori al Senado Japonés situación que evitaría su retorno al país que se frustró por su no elección.